Olvídame... no me olvides (yo te recordaré)
Las noches pasan desapercibidas. Mientras inspiro suspiros atragantados en una garganta enmudecida se desvanece etérea la figura de tu presencia rutinaria. Me acostumbré a verte junto a la luna... ahora no puedo evitar la necesidad de tu reflejo lejano. Me hablaste, y me sentí feliz... feliz porque recordaste a la desgraciada dueña que te abandonó vilmente. Quien te hirió ferozmente no descanza la voluntad de tenerte de nuevo... en sueños e ilusiones... la realidad me desgasta. Y me suplicaste, me pediste respuestas... explicaciones que yo podía darte. Tu me entiendes mejor que yo misma... ahora te doy miedo, pero a veces yo también tengo miedo de mí. Me rendí ante el silencio... las espectrales palabras se atoraban en mis manos alucinadas. No te puedo escribir, no te puedo hablar... sólo quiero verte, me robas mi aliento. Respirar se ha convertido en una acción tan ardua... pierdo el aliento. Muero. Estoy incompleta de nuevo. En la permutable oscuridad insomnica reflexiono con mayor