Poseciones dolorosas
Esperar... aborrecida acción de mi limítrofe paciencia. Horas y horas esperando para no verle ni un vestigio de su pálida y despreciada cara. Y por una gélida y sínica señal informática me transmite la noticia esperada, funesta, pero esperada. Después de sus bufonezcas demostraciones de un cariño sospechozo, me desprecia y niega alguna ayuda, no pedida, pero estimada aunque sea en el ofrecimientoo del gesto. Qué se pudra, y que se pudra todo lo demás para liberarme de estas poseciones que me estorban, perturban... las odio, no las necesito, me hunden. Sólo tengo las palabras, la poesía, las artes. Es todo lo que tengo, el significado. Me salvan. -Dios me odia. -Dios no te odia... tu no crees en Dios... XD Me salvan... Apreciadísima Andrea: De nuevo agradesco sus palabras, no estoy del todo de acuerdo con lo siguiente: "No entiendo, no comprendo cómo tales burdas palabras puestas groseramente en lo que pretendí componer en un párrafo hayan sido de su agrado. “Como el buen vino”… ...