A trip gone bad
Ayer salí de compras para la decoración navideña de la casa. Si fuera por mí, la navidad sólo consistiría en intercambiar regalos... Unas hadas... ¿? Ahí estoy con mi abuela. Después de las compras fuimos a un centro comercial porque mi madre quería regalarme ropa; le dije que en vez de eso sería mejor que me diera el dinero que yo iría a los lugares usuales, porque en los centros comerciales no hay nada hecho para una mujer de 1.80 mts y 100 kilos. Pero insistió y terminamos yendo después de almorzar. Como era de esperarse no conseguí nada;pero mi madre se dió a la tarea de burlarse de mí en todas las tiendas a las que entrábamos, no podía evitar decirle a todo el mundo, hasta los empleados de la tienda, lo gorda que soy... una y otra vez, de tienda en tienda. ¿Era necesario que me pusiera en ridículo en frente de todos? Ya yo me quería ir pero ella quería seguir viendo tiendas, hubo un momento que comencé a llorar en los probadores... de la indignación. No sé qué le ocurre a mi madre...