Mirada gris... el gris es el color de la soledad
Al borde de la estrepitosa oscuridad, se detuvo en seco, mientras una helada lágrima se deslizó silenciosa por su pálida mejilla. El color de sus pómulos se había marchado junto a su inocencia. Sus ojos se oscurecieron por tanta tristeza, quedaron vacíos como su alma. Abrió sis brazos al vacío mientras el viento hacía bailar su cabello, ondulante acariciaba los sedosos hilos carnesí. Sollozando miró hacia la muerte y se detuvo. Miró hacia el cielo negro, la luna plateada le suplicaba no terminar con tal deslumbrante belleza. Miró a su alrededor, soledad. Esperando por ese alguien salvador, asercó las puntas de sus botas al borde, Levantó sus talones hasta que los tacones no tocaran la superficie; y el las puntas de sus pies se balanceó, con la cabeza echada hacia atrás, los ojos cerrados y bañados en lágrimas. Y gritó, por la ayuda que nunca llegaría, por el amor que nunca la amaría, por la mano que nunca la acariciaría. Ahora el viento jugaba con su larga falda de terciopelo, la luna...