Entradas

Mostrando entradas de febrero 18, 2008

Respondiendo desde las sombras

Imagen
No pude evitar responder a esas penetrantes líneas. Fue como si me hubiesen leído el alma. Apreciadísimo amigo sombra: Hurgando más en esa misteriosa página web, seguí leyendo sus místicas líneas (como lo prometí), para mi sorpresa (no tanta en realidad) me encuentro con un amante de la noche, una criatura inmortal sedienta. Vaya signo poderoso de algún oráculo olvidado que todavía sigue deliberando el destino. Como Sábato, yo no creo en las coincidencias, son muy sospechosas. Me asombra tu gran trabajo de investigación literaria, lo alabo además por ser un hombre dedicado a las letras. De su especie escasean. (Hubiese jurado que es más viejo en edad.) Que gran desconcierto al leer sus otros trabajos al encontrarme con que aquel relato de un condenado, es además, la historia de un posible vampiro. Concibo ahora un final más hermoso aún para un desgraciado que pudo terminar en el infinito. Convertirse en mito para deambular por la oscuridad, así mismo como lo decidió en vida al entreg

No soy nada sin ustedes, ninguno es nada sin nosotros...

Imagen
Me acuso de cometer un acto del que pensé imposible, inconcebible. Superé mi temor y al fin dejé salir todo, abrí mi corazón y millones de sentimientos salieron despavoridos de aquella sombría cueva sin salida. Desde hace días sentía un pesado fantasma a mis espaldas que no hacía más que hundirme en una depresión cada vez más lacrimosa. Una de mis mejores amigas me habló esta noche en la madrugada. Tuve ese sentimiento extraño de que debía prender la laptop. Me habló y con gran dificultad, me preguntó por qué estaba deprimida. Le dije que no lo sabía en realidad. Que había estado sintiendo las mil sensaciones pero que ninguna se asentaba, todas venían como viajeros, hermitaños, que llegaban, dañaban y luego se iban, invictos. Duraban muy poco para identificarlos, pero dejaban como cicatrices sangrientas sus dolientes efectos. Luego de algunas líneas, me dijo que definitivamente era una pitoniza. Y soltó el desastre. Se iba de la ciudad, nuevamente, dentro de un mez se mudaría. Y a la