No quiero llorar

Es curioso... cuando crees que alguien te comprendería tanto que te robaría la vida; te decepciona haciendo todo lo contrario a lo que te imaginaste que sucedería.

Usualmente puedo controlar mis lágrimas. Pero hoy, me di cuenta que hay un tipo de lágrimas sobre el cual no tengo ni la más mínima potestad: las causadas por mi madre. Tras un portazo se liberaron como animales salvajes, y no pude contenerlas.

Es curioso... cuando sabes que alguien te comprenderá plenamente y te apoyará tal como lo imaginas; y no te atreves a cinfiarle un secreto.

Maldita sea... es una maldición saber cuando alguien está mintiendo. Siempre sé cuando alguien dice alguna mentira... sólo lo sé. Reconozco a kilómetros las lágrimas falsas... porque las sé usar muy bien, y soy muy diestra en las mentiras, ya no se me escapan las inconsistencias. Me lastima mucho saber cuándo me mienten. ¿Cómo decirle a alguien que amas que es un mentiroso? ¿Acaso no es más doloroso quitar la careta? ¿Acaso no es cuesta arriba esa pelea de desesnmascaramiento? ¿Y luego la gestión de una solución?... si es que hay resolución. Por qué todo tiene que ser tan difícil.

Hoy no quiero nada... sólo paz.

Quiero dormir y sentir que estoy callendo... caigo y caigo, por siempre. Sin preocupación de tener que tocar el suelo. Sentir que se me expande el pecho y que luego se me contrae, que no pase ni un soplo de aire, que no pueda respirar jamás.

Deja de mentirme y te hago una promesa muda. Deja de mentirme y yo te entrego toda mi verdad. No quiero intercambiar la mía por la tuya; no necesito saber todo sobre tí... No quiero que me mientas para que te ame más.

No quiero llorar... pero no puedo evitarlo.

J: Creo que me voy... estás en otro planeta.

A: Lo estoy

J: (Me duele mucho que te alejes de mí)

A: (Ven por mí)

J: Hasta luego.

A: (¿No me amas?)

J:...

A:... (Por favor ven por mí)