Por decreto

El día de hoy, por Decreto Presidencial (¬¬), ha sido un día "no laborable" ya que supuestamente se celebran diez años del proceso revolucionario (¡Por favor!). De todas formas tuve que despertarme a las 5:30 de la mañana para ir a la universidad y entregar un sobre con un trabajo... (y más puntos suspensivos).
Los pasillos estaban desiertos... ni squiera pude desayunar ya que, por su puesto, TODO estaba cerrado ante la amenaza de "sanción" incurrida por el "Presidente de la República".
El hecho es que duramos unos 15 minutos en el salón de clases cuando alguien se asomó por la puerta para decirnos que debíamos salir de allí porque las actividades habían sido suspendidas. Alguna amenaza les habrá llegado a los directivos de la Universidad que decidieron cerrar todo súbitamente.

El punto es, que gracias a este "productivo" Lunes, todas las tiendas, panaderías, abastos, están cerrados dejándome como una de las tantas víctimas de la escacez que usualmente adolecen de la gerencia gubernamental de este país. Con desesperación expongo mi carencia de proviciones... ¡Esta es la única ración de azúcar que tengo para sobrellevar todo el día!
Infame Lunes negro...

Para aplacar un poco mi forzada hambruna, decidí dormir toda la tarde... lo cual resultó relativamente fácil porque sólo dormí dos horas anoche; aún así no dormí lo suficiente y ahora padezco de síndrome de abstención... ¡Perdón! Síndrome de abstinencia... es que con las jornadas estudiantiles para sufragar el 15 de enero ya se me confunden los términos.
Ahora veo Alice in The Wonderland con esperanzas de que una taza de té de "frutos rojos del bosque" hagan más amena esta tarde cenicienta y lluviosa.
No será nada fácil... toda mi familia está metida en mi casa... un lunes... ¬¬

Si yo fuese el Conejo Blanco sólo escaparía de Alicia por pura maldad... Alcánzame si puedes, idiota. Soy un lacayo del imperialismo... Yujujuuuuuuuuuuuuuu...

GORE UPDATE:
Una ociosa actualización de mi herida de guerra respostera. Maldición... me dejará una marca; pero no es eso de lo cual me lamento del todo; sino que mi hermano se comió casi 200 galletas en 15 minutos y el infeliz no me dejó ni las migajas.

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