Me preocupa cuando no tengo nada que escribir... eso es cuando no me inspiro. No creo que mi capacidad para escribir sea intelectual (como lo decía un profesor), no creo que esa facilidad de la palabra me pertenezca del todo.
Dame algo para escribir, dime de qué quieres que escriba... y escribiré sobre ello.
Muy pocas veces me puedo adjudicar algo de originalidad en mis palabras; de lo cual tampoco puedo tener certeza absoluta.
Lo más grave de todo es que cuando no escribo, es porque no quiero hablar de nada. Y si no hablo de lo que me lastima y me hace sufrir, comienz a salir nuevamente Karmina Burana.
No escribo porque no quiero pensar, y posteriormente no quiero sentir, sino olvidar.
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