Creí que todo este tiempo que pasé fuera de la Universidad me haría extrañar las clases, mi carrera, todo. Pero ahora que debo volver a inscribirme, ni siquiera quiero pisar la Católica. ¿Qué me pasa? ¿En qué momento comencé a despreciar (porque "odiar" es una palabra muy fuerte) mi vida?
El lunes vuelvo a clases de inglés, sólo me gusta ir porque puedo hablar con mi profesor... tal vez todo lo que necesito es alguien con quien hablar, sin preocupaciones ni presiones, sólo hablar de lo que sea.
(Todo esto escrito suena tan dramático... y no soy lo suficientemente valiente como para decirle a mi familia.)
Comentarios