Usualmente a las personas les gusta hablar de su vida
Hay gente que tiene más vida que otros, eso es indiscutible. Y no me refiero a la cantidad de años cumplidos precisamente. Pero es innegable que todos hemos vivido ciertas experiencias que, desde cada punto de vista particular, son únicos e irrepetibles.
Basta con uno sentarse al lado de algún anciano que alimenta a las palomas en una plaza, o viajar junto a alguna señora de entrada edad en el transporte público para que se transformen en cuenta cuentos y nos narren infinitas historias como si ellos las hubiesen dibujado con una pluma mágica. Pero no, nadie las ha inventado aunque sí adornado, generalmente. Son historias vividas que tuvieron materia en algún momento en el tiempo. Cuando los recuerdos tenían cuerpo.
Y sì, hay unas historias más interesantes que otras, pero usualmente a la gente le gusta compartir sus vivencias. Lo que es atípico y antipático, es que a aquellos que han vivido más que otros, les cueste tanto compartir su pasado. Hoy tuve la oportunidad de entrevistar brevemente al periodista David Pérez Hansen, reconocido reportero de la desaparecida RCTV.
Mi idea, muy ilusa e inocente, era conversar amenamete sobre sus experiencias, que deben ser numerosas, después del cierre del canal más antiguo de Venezuela. Pero no fue nada fácil. Comettiendo un grave error de novatada, me confié en la constante de que a él también le gustaría alardear de su historia. Después de todo, un reportero de su trayectoria tendría muchísimas anécdotas en la punta de la lengua para compartir. Pero no, no él.
Con una memoria muy humilde, no precisamente por no poder recordar, sino porque se centra en la enseñanza y aprendizaje que la vida le ha ido otorgando. Y los centenares de cuentos que pude haber escuchado de su boca se convirtieron en un poco más de veinte minutos en los cuales luché repreguntando y empujándolo a narrar lo que pudiese haber estado pasando por su mente.
Todo un reto. Los periodistas parecen ser lo más difíciles de entrevistar, especialmente cuando se trata de su vida personal. Estamos acostumbrados a ser quienes hacen las preguntas.
Basta con uno sentarse al lado de algún anciano que alimenta a las palomas en una plaza, o viajar junto a alguna señora de entrada edad en el transporte público para que se transformen en cuenta cuentos y nos narren infinitas historias como si ellos las hubiesen dibujado con una pluma mágica. Pero no, nadie las ha inventado aunque sí adornado, generalmente. Son historias vividas que tuvieron materia en algún momento en el tiempo. Cuando los recuerdos tenían cuerpo.
Y sì, hay unas historias más interesantes que otras, pero usualmente a la gente le gusta compartir sus vivencias. Lo que es atípico y antipático, es que a aquellos que han vivido más que otros, les cueste tanto compartir su pasado. Hoy tuve la oportunidad de entrevistar brevemente al periodista David Pérez Hansen, reconocido reportero de la desaparecida RCTV.
Mi idea, muy ilusa e inocente, era conversar amenamete sobre sus experiencias, que deben ser numerosas, después del cierre del canal más antiguo de Venezuela. Pero no fue nada fácil. Comettiendo un grave error de novatada, me confié en la constante de que a él también le gustaría alardear de su historia. Después de todo, un reportero de su trayectoria tendría muchísimas anécdotas en la punta de la lengua para compartir. Pero no, no él.
Con una memoria muy humilde, no precisamente por no poder recordar, sino porque se centra en la enseñanza y aprendizaje que la vida le ha ido otorgando. Y los centenares de cuentos que pude haber escuchado de su boca se convirtieron en un poco más de veinte minutos en los cuales luché repreguntando y empujándolo a narrar lo que pudiese haber estado pasando por su mente.
Todo un reto. Los periodistas parecen ser lo más difíciles de entrevistar, especialmente cuando se trata de su vida personal. Estamos acostumbrados a ser quienes hacen las preguntas.
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