Nunca, nunca, nunca te rindas -Churchill
He tenido un fin de semana de lo peor.
Resumido: No salir de casa... no salir ni de la cama.
Tenía muchas cosas en mente que hacer, escribir, pintar algunos encargos pendientes, hacer manualidades, actualizar las redes.
Pero mi motivación se arrastró hasta el piso; cosa que no me sucedía en este grado desde hace un buen tiempo.
Culpo al SPM. Tal vez tenga mucho que ver... pero no es totalmente culpable. Digamos que solo fue la plataforma en la cual dormí por casi 48 horas, estuve tremendamente irritable y al borde un colapso nervioso.
Mi mejor remedio casero: La música... y las lágrimas. Aunque las lágrimas en sí no son un antídoto, sino una consecuencia.
Muchas cosas me pasan a la vez... volver a trabajar como freelancer, la situación del país está cada vez peor, no salgo de casa por trabajar, no tengo casi amigos cercanos, todos los que conozco están emigrando, el dinero ya no alcanza para nada; en general estoy bajo estrés... todos estamos bajo estrés.
Pero esta vez algo fue diferente. Esta vez fue una depresión estacionaria. Porque el lunes siguiente, hoy, tuve muchísimas energías, estuve más concentrada y rendí bien.
Esto es extrañísimo.
Podría atribuirlo a dos cosas: una, estoy ya muy vieja para andar por la vida deprimida -la verdad es que no es glamoroso ni romántico-y estoy perfectamente consciente de que no quiero ridiculizarme a mi misma, aunque sea en privado.
En segundo lugar honestamente me siento en paz porque estoy intentanto hacer lo mejor. Y sé que hay cosas que no dependen de mi.
Esto es tremendamente un buen indicio de crecimiento.
A pesar de todo sí estoy intentando hacer lo mejor. Primordialmente no me va a quedar la duda que estoy esforzándome dadas las circunstancias.
Ta vez muchas cosas cambien en mi vida el año que viene, cosas que no quería llegar a hacer; pero debo pensar ya antes de que la situación del desarrollo de mi vida se vaya completamente de mis manos. Debo pensar, debo pensar.
La realidad es que ya no tengo 20 años, y aunque no estoy descontenta con mi vida, sé que en las mejores condiciones, puedo llegar a ser y a hacer más. Lo quiera o no, me parece que hay edades y etapas.
Con eso en mente, me retiro.
Aun positiva; o al menos en calma.
Resumido: No salir de casa... no salir ni de la cama.
Tenía muchas cosas en mente que hacer, escribir, pintar algunos encargos pendientes, hacer manualidades, actualizar las redes.
Pero mi motivación se arrastró hasta el piso; cosa que no me sucedía en este grado desde hace un buen tiempo.
Culpo al SPM. Tal vez tenga mucho que ver... pero no es totalmente culpable. Digamos que solo fue la plataforma en la cual dormí por casi 48 horas, estuve tremendamente irritable y al borde un colapso nervioso.
Mi mejor remedio casero: La música... y las lágrimas. Aunque las lágrimas en sí no son un antídoto, sino una consecuencia.
Muchas cosas me pasan a la vez... volver a trabajar como freelancer, la situación del país está cada vez peor, no salgo de casa por trabajar, no tengo casi amigos cercanos, todos los que conozco están emigrando, el dinero ya no alcanza para nada; en general estoy bajo estrés... todos estamos bajo estrés.
Pero esta vez algo fue diferente. Esta vez fue una depresión estacionaria. Porque el lunes siguiente, hoy, tuve muchísimas energías, estuve más concentrada y rendí bien.
Esto es extrañísimo.
Podría atribuirlo a dos cosas: una, estoy ya muy vieja para andar por la vida deprimida -la verdad es que no es glamoroso ni romántico-y estoy perfectamente consciente de que no quiero ridiculizarme a mi misma, aunque sea en privado.
En segundo lugar honestamente me siento en paz porque estoy intentanto hacer lo mejor. Y sé que hay cosas que no dependen de mi.
Esto es tremendamente un buen indicio de crecimiento.
A pesar de todo sí estoy intentando hacer lo mejor. Primordialmente no me va a quedar la duda que estoy esforzándome dadas las circunstancias.
Ta vez muchas cosas cambien en mi vida el año que viene, cosas que no quería llegar a hacer; pero debo pensar ya antes de que la situación del desarrollo de mi vida se vaya completamente de mis manos. Debo pensar, debo pensar.
La realidad es que ya no tengo 20 años, y aunque no estoy descontenta con mi vida, sé que en las mejores condiciones, puedo llegar a ser y a hacer más. Lo quiera o no, me parece que hay edades y etapas.
Con eso en mente, me retiro.
Aun positiva; o al menos en calma.
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