Armand, el vampiro

Reiterando, nuevamente, que el pensamiento es antiguo y que es renovado por las palabras, la novedad de las letras conquista también a los sentimientos. Leyendo Armand The Vampire (Louis, segirás siendo mi favorito) me encuentro con hermosas composiciones que exhuman de mi alma sentimientos gemelos a esas expresiones. Temería poder entrar en la cabeza de Anne Rice, escribe como si me conociera, como si fueran para mí esas páginas... excelentísima habilidad de esa mujer al hacer que cada lector se sienta correspondido, espero alguna vez darme gala de hacer lo mismo. El punto es que, hasta ahora, me he apoderado de algunos párrafos que denotan la ilusión de tener mi nombre grabado. Me las robo y las expongo para leerlas cada vez que me posea un arranque de desgastarlas.

"Mírame las manos. Pienso en la frase «no creado por manos humanas». Sé lo que significa, aunque cada vez que he oído esta frase pronunciada con emoción se refería a algo que yo mismo había creado."
"Me gustaría pintar, tomar un pincel y hacerlo como lo hacía entonces, sumido en un trance, con furia, de un solo trazo, cada línea y masa de color combinándose sobre la tela, cada decisión la definitiva. No obstante, estoy muy desorganizado, abrumado por mis recuerdos."

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