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Mostrando entradas de octubre, 2012
By the way I have a hole in my palm
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This is what I do at midnight
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Usualmente a las personas les gusta hablar de su vida
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Hay gente que tiene más vida que otros, eso es indiscutible. Y no me refiero a la cantidad de años cumplidos precisamente. Pero es innegable que todos hemos vivido ciertas experiencias que, desde cada punto de vista particular, son únicos e irrepetibles. Basta con uno sentarse al lado de algún anciano que alimenta a las palomas en una plaza, o viajar junto a alguna señora de entrada edad en el transporte público para que se transformen en cuenta cuentos y nos narren infinitas historias como si ellos las hubiesen dibujado con una pluma mágica. Pero no, nadie las ha inventado aunque sí adornado, generalmente. Son historias vividas que tuvieron materia en algún momento en el tiempo. Cuando los recuerdos tenían cuerpo. Y sì, hay unas historias más interesantes que otras, pero usualmente a la gente le gusta compartir sus vivencias. Lo que es atípico y antipático, es que a aquellos que han vivido más que otros, les cueste tanto compartir su pasado. Hoy tuve la ...
Finally got some cat-eye-like shades. I'm a happy monster
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Life hates me
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Have I mentioned that I started Uni? And that I see a seminar for the thesis (wich by the way I already delivered a year ago)? And that the teacher doesn’t care I already delivered my work, so she’s making me practically do another thesis so she can put some fucking grade on me? This is why I am not amused.
Crónica de unos comicios anunciados... pero de resultados contraproducentes
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7-O: Desde adentro del Comando Venezuela. Derrota en las elecciones presidenciales no representa la pérdida del país El peso de una semana ardua de trabajo no permitió que las dianas itinerantes por la autopista Francisco Fajardo interrumpieran mi sueño. Por primera vez durante comicios venezolanos, el cansancio mental no dejó espacio para la ansiedad y el nerviosismo. A las cinco de la mañana en punto resonó la alarma, justo como la había ajustado. A la vezun camión que chillaba “Chávez, corazón del pueblo” se paseó por la avenida Teherán, violando la norma electoral. A través de calles grises y un cielo azul frío, caminé de la mano de mi madre hasta nuestro centro de votación. Eran las seis de la mañana cuando me encontré con el resto de mi familia, quienes hacían cola desde las tres de la madrugada. Nuestro puesto se alejaba a pocos metros del portón verde del Colegio La Aplicación en Montalbán. Pocos minutos después, la cola comenzó a avanzar lento pero c...